¿Eres de los que sienten que correr es algo más que salir a hacer un poco de deporte, significa un referente en nuestra vida cotidiana o es nuestra filosofía de vida?.
Aunque debes saber que esa sensación, en realidad es una reacción química. Ese efecto se produce en nuestro organismo al generar una serie de hormonas, entre las que se encuentran las endorfinas. La sensación que provocan en nuestro organismo es similar a la de una droga, con la salvedad de que no es nociva para nosotros.
Pero creemos que solo sentiremos esas endorfinas si eres de los que les gusta superarse, llevando tus límites un poco más allá de lo que se suele llamar un “ritmo confortable”. No es solo la agradable sensación de salud que te da correr al encontrarte bien, disfrutando de la sensación de libertad que solo da el poder desplazarte con la ayuda de tus piernas por montañas, calles o caminos, solo o en compañía. Si no que también, de vez en cuando, te gusta ponerte un dorsal…
Si eres de ésos, este artículo es para ti!
Algunos consejos (nada locos) para tus entrenamientos para conseguir encontrarte bien, sintiéndote al correr tal y como deseas, incluso mejorar un poco en alguna de las competiciones en las que te gusta participar o competir. Como hemos dicho, nada de locuras…
El primero. Comienza siempre más despacio de lo que te gustaría. Deja que tu cuerpo vaya encontrando ese equilibrio entre la respiración, pulsaciones y la respuesta muscular que, a veces, cuesta coordinar. El secreto, comenzar suave y dejar que todo vaya fluyendo poco a poco.
Segundo. No sacrifiques los estiramientos. Como viste reciente en artículos anteriores, hay que darle la importancia apropiada a estirar. Es muy beneficioso. Deja al menos 10’ para estirar aunque esto signifique un par de kms menos por sesión, así conseguirás sentirte cada vez menos “oxidado”.
Tercero. Introduce algún tramo rápido de vez en cuando en tus sesiones. No todo es “carretera y manta” o pensar en hacer más y más kms.
Calentando suavemente, puedes meter alguna parte de tu recorrido más rápido de lo que lo haces normalmente, no estamos hablando de series (que todo llegará), si no de realizar un sector del recorrido a ritmo rápido (incluso por encima de tu ritmo de competición).
Cuarto. Correr no es solo correr. Debes trabajar un poco la fuerza de otros músculos como los abdominales, brazos o lumbares (obviados en muchas ocasiones por los corredores) . Deja al menos un día semanal para una rutina de fortalecimiento general (asiste a un gimnasio o realiza el trabajo específico por tu cuenta). Te hará mejor corredor.
Quinto. Olvida las excusas. Nada como salir a correr para sentir que puedes con esta disciplina, en numerosas ocasiones, tan sacrificada. Aunque sepas que es química, el esfuerzo te reconfortará, no lo dudes.
En próximas publicaciones iremos desarrollando y dándoos más detalles de estos cuatro puntos.
Recordad: “Lo difícil de entrenar es salir por la puerta, después, es solo disfutar…”